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Estos símbolos curativos producen una resonancia única en las personas, al observarlos, colorearlos, en el contacto corporal o ubicados en espacios, ya que crean un movimiento energético profundo en la conciencia y en los espacios específicos donde se instalan. Sus efectos pueden ser palpables en forma inmediata o progresiva, según la necesidad de sanación y los estados emocionales del momento. Esto debido a que tienen la capacidad de activar las fuerzas curativas de doce flores de Bach desde la conexión con su lenguaje simbólico, movilizando información del inconsciente y el alma, generando una alquimia y transmutación de estados emocionales y mentales.

    Los doce mandalas se pueden utilizar en diversos formatos que facilitan la conexión con ellos de diferentes formas, sin que se agote la posibilidad de producir cambios positivos en las personas. Por este motivo hemos hecho una selección de diferentes soportes que por la fuerza del símbolo, actúan como expansores vibratorios, siendo en definitiva un vehículo de energía sanadora.

Sobre el cuerpo; camisetas, polos, sudaderas, tarjetas, bolsas, etc.

Instalándolos en espacios: dormitorio, despacho, sala o centro de terapias, para hacer ejercicios de contemplación o visualización,  o simplemente permitiendo que irradien su vibración y belleza en el entorno; cuadros, vinilos, móviles, placas, otros.

Soportes para uso terapéutico-recreativo; libretas, libros para colorear, agenda, tazas, otros.

La distribución de los productos de Alquimia Mandalas, tiene  como visión y objetivo que sea accesible a todas las personas, por lo que se podrán encontrar en centros de terapias, distribuidores profesionales, ferias, eventos y en los cursos de formación.

Cómo ser distribuidor
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